Entrevista con Juana Molina para Radio Chilango
Veinte minutos con la artista argentina más interesante del siglo XXI
(Fotografía: Soledad Aznarez para La Nación)
La soleada mañana del dieciséis de enero, me desperté al alba y comencé a prepararme para uno de los estudios médicos más invasivos y espantosos a los que he me sometido, uno de tantos que, sin embargo, han permitido salvar mi vida. Aquella mañana, una sonda entró por el intestino expuesto a un lado del ombligo, la otra sonda entró por el recto. Es un proceso cruento aunque breve porque no estuve bajo los efectos de anestesia alguna. Luego de salir del estudio, recibí un mensaje de Natalia Szendro, amiga y gerente de Radio Chilango FM en la ciudad de México, quien amablemente pensó en mí para entrevistar a Juana Molina, la artista genial y multiinstrumentista argentina que ha cambiado mi forma de escuchar y entender la música con su obra contundente, grácil, llena de humor y de ingenio. En sintonía con la naturaleza. Algo se siente natural en la obra de Juana. Acepté la encomienda con apenas un par de horas para preparar la charla. Recién había terminado el libro ‘La utilidad de la belleza’ de Kathleen Raine y fue ese ensayo quien me inspiró a preguntarle algunas de las cosas que conversé con ella.
No pierdo la oportunidad de agradece a Natalia, quien me ofreció poder pasar unos minutos conversando con Juana, a sabiendas de que es una de las artistas que más me ha interesado, emocionado y retado desde hace muchos años. He sostenido incontables charlas al lado de sus discos, con toda clase de personas, explicando por qué me parecen obras superiores. Empero, jamás me imaginé que podría hablar con la propia autora de aquel corpus tan rotundo, singular, tan lleno de personalidad y tan pleno de arreglos que son indiscutiblemente suyos, labrados a punta de tiempo, paciencia, curiosidad, imaginación y una alegre experimentación. No da la impresión de que Juana sufra haciendo música. Al contrario, es una artista del goce. Esto no significa que su obra carezca de lugares oscuros, que no haya misterio o tristeza. Significa que ella es capaz de reasignar toda esa oscuridad para trascenderla. No sé si me explique. En sus canciones hay algo profundamente puro, virgen, incólume. Brilla algo al centro de cada una de sus piezas, siempre distintas. Juana es una mujer profundamente sensible e inteligente y en solo veinte minutos de conversación, develó sin ambages a una artista sincera, refinada, sencilla y generosa.
Luli Serrano: Me gustaría empezar con una pregunta que tal vez parece como con mucho espacio, me quedé pensando en algo que leí y que tenía que ver con sutilezas conceptuales y ambigüedades frente a la belleza, ¿cuál es la utilidad que tú ves en la belleza en medio de un mundo que como que pide cada vez cosas más grotescas, menos pureza, menos sutilezas, para ti, que me parece que eres una artista con muchas sutilezas, esto en qué te resuena?
Juana Molina: Bueno, yo soy muy feliz cada segundo que aparece algo bello delante de mis ojos o ante mis oídos, sigo manteniendo ese gusto, ese placer, esa conmoción casi cuando algo es muy hermoso, creo que es algo que uno no puede decidir si le interesa o no es algo que te atañe, que te llega o no. Yo creo que si hubiera un poco más de lugar a la desconexión y cuando hablo de la desconexión me refiero al teléfono, las redes, las pantallas en general y si uno está más tiempo simplemente mirando lo que tiene alrededor aunque sean cuatro paredes creo que es muy importante y eso, va sensibilizando de nuevo, devuelve la sensibilidad. Va devolviendo a cada uno su propio carácter.
LS: Hablando justo de esto, creo que cada artista, cantante, poeta, pintora, música, tiene algún símbolo quizás, un tema simbólico que está vivo para él, para ella de modo especial, ¿tienes algo tú en particular? Me parece que en tu música hay elementos como de sueño, como de simbolismo quizás, como esa creación de una lengua que es ampliamente distinguible ya, es tuya, esa vibración de planos de la realidad y de la conciencia que son distintos de los del mundo sensible, en ese símbolo como lenguaje mucho menos limitado, ¿encuentras algo así?
JM: No sé si tengo esas cosas, sé que tengo grandes momentos como en este instante que está atardeciendo aquí y cuando ves el brillo del sol en las cosas, a esta hora, por eso siempre quise tener una casa donde desde la ventana pueda ver el atardecer (risas), es importantísimo y de eso me di cuenta…yo sabía que me gustaba y todo pero me di cuenta una vez en un hotel de mala muerte, en una ciudad de mala muerte con un show que se venía que era de mala muerte, era de esos días que está todo mal pero tuve la suerte de que antes de salir para el show el sol entrara de ese modo por la ventana de ese hotel de mala muerte y me quedé un rato sentada y creo que cambié para siempre (risas) así que bueno eso fue hace muchos años y desde entonces sé que necesitaría eso todos los días. Creo que el sol debería de ser un derecho…digo eso porque en Argentina pasa mucho que tenés una casita o una ventana con el sol que entra y de golpe te hacen un edificio al lado y no le importa nada entonces si el sol fuera un derecho, no podrían construir ese edificio.
LM: Es algo muy bello lo que dices porque creo que tu música tiene algo de solar, de esa luz que acompaña, de esa claridad que de pronto da la luz, (“Gracias”, dice Juana)
Si el mundo de esa imaginación a la que tú recurres está fuera del tiempo, ¿crees que el arte puede imponerse a través del tiempo, de clase social, a través de la imaginación? Me interesa lo que tienes que decir respecto de la imaginación…
JM: Tenemos un ejemplo magistral que es (lo nombro porque acaba de morir, justo esa mañana) David Lynch, ese tipo…me afectó mucho su muerte porque dije bueno ¿y ahora qué? Un genio como ese nace muy de vez en cuando y es una persona que tenía una imaginación con una libertad total y estoy segura de que todas las cosas que él hizo, nadie entendió o mejor dicho seguramente nadie entendió como él las imaginó pero sí es verdad que todos recibimos algo que nos impactó y nos conmovió y nos emocionó o simplemente nos gustó mucho, y creo que ese tipo de arte tan sublime por supuesto que no tiene miramientos con todas las cosas que mencionaste y están conectados directamente con la emoción y con, no sé si el alma o cómo llamarla, con la esencia de cada uno y lo lindo de él es eso, no? Que a él se le ocurre algo completamente delirante entre comillas y todos nos quedamos hipnotizados porque yo creo que su conexión consigo mismo y con las cosas que se le ocurrían era muy pura y creo que la pureza…el secreto de poder llegar a otro está en la pureza de lo que uno hace.
LS: ¿Qué lugar ocupa el accidente o el tropiezo en tu obra, me remite mucho lo que dices sobre Lynch que era un tipo que estaba muy atento a esas otras cosas que uno puede pensar que no estamos en el mismo mundo, este hombre está viendo algo que claramente yo no y me parece que está muy abierto a eso, a tropezarse, a accidentarse sin perderse del camino que es algo que tú tienes muy claro, tu camino lo conoces hace mucho tiempo…
JM: Por más que yo sepa cuál es mi camino que es verdad, yo ya sé por dónde ir, muchas veces el camino se bifurca o salen otras calles y dudo. Dudo muchísimo, por donde seguir. Y si bien sigo avanzando se me presentan dudas todo el tiempo y cosas para elegir que a veces más que el accidente..el accidente es otra cosa, es algo que se presenta y no podés evitarlo, no hay otra opción, el accidente muchas veces te revela algo mejor que había. Una opción que a vos no se te hubiese ocurrido nunca, el accidente a veces es regalo, no siempre, pero muchas veces lo son. Regalos que vienen acompañando lo que estás haciendo y de golpe te cae ese regalo y dices “Ihhh…esto es increíble, voy a ir por acá” pero si no se te hubiera presentado no se te hubiera ocurrido jamás. Así que yo sí, adoro los accidentes aunque algunos no me sirvan. Muchas veces accidentes o casualidades, cosas que se dan fortuitamente que siento como te dije, como regalos.
LS: ¿Y qué papel juega tu intuición en esa elección de por dónde sí y por dónde no?
JM: Y viene más que nada por una excitación total ante el nuevo evento, digo “Uy! Ay! Acá! Sí!” Y voy ya corriendo por ahí y muchas veces, algunas canciones cambiaron su rumbo por completo por un accidente.
LS: Pensaba en cómo encaras el en vivo, aunque ahora estás en dúo con Diego López de Arcaute en la batería.
JM: Lo que estoy haciendo últimamente, te diría hace unos cuatro años, desde que se abrió de nuevo la posibilidad de tocar después de que nos tuvieron encerrados, que solo podías tocar ante muy pocas personas porque la distancia y todo eso, aproveché y empecé a tocar como toco cuando ensayo en mi casa. Yo cuando ensayo solamente practico la parte técnica de la música, porque la música yo me la acuerdo, lo que no me acuerdo a veces es este botón aquel botón, este sonido el otro sonido, acá muteo acá abro el volumen, cosas que tengo que prever con anticipación para que cuando llegue ese momento las demás cosas estén listas, entonces ensayo eso y por eso como ensayo solamente eso, si bien toco los temas, los toco de manera completamente libre y empecé a incorporar eso, empecé a hacer shows donde si bien, no siempre pero el 70% el punto de partida es una canción en particular, termina en cualquier otro lado. Y después el otro 30%, a veces más, según la noche y la inspiración, son shows completamente improvisados. Y eso me da una satisfacción sorprendente porque nunca pensé que en vivo eso podía funcionar. Así que bueno, eso lo hago a veces y soy muy feliz porque me llevó muchos años poder llegar a animarme a hacer una cosa así.
LS: La gente recibe bien que tus discos se transformen tan rotundamente en vivo y eso creo que no es tan común porque vivimos en un momento en que la gente espera mucha literalidad, ¿a qué crees que se deba que la gente reciba bien que el disco sea el punto de partida pero que realmente en vivo se convierta en algo tan distinto?
JM: Es increíble que pase eso realmente, el otro día lo hablábamos con Diego, decíamos “Qué loco que la gente disfrute tanto los shows” a pesar de que los temas ya son como parientes de ellos mismos pero cambiaron muchísimo en los arreglos porque no solamente están reducidas las partes, quiero decir los arreglos al menos de instrumentos pero no solamente eso sino que además hay otras cosas que aparecen nuevas y eso al principio me daba…al principio te hablo hace muchísimos años cuando yo pensaba justamente eso, porque tuve la experiencia de ir a ver cuando era muy chica a un cantante brasilero que me encantaba (Dori Caymmi, hijo de Dorival Caymmi, uno de los fundadores de la bossa nova) que tenía un tema que me gustaba muchísimo y tocó cualquier otra cosa cuando lo tocó y para mí fue una decepción pero más que nada después de analizarlo creo que fue una decepción porque lo que a mí me gustaba de ese tema era un cierto acorde que aparecía en un momento. Y ese acorde no apareció más, entonces me quedé esperando ese acorde. Me da temor que a la gente le pase eso (con mi música) y sin embargo no. Están como entregados a recibir a esas personas que son los temas como uno recibe a la gente, uno no exige que la gente venga siempre vestida igual, ¿no? (Risas)
LS: Tú tienes tu propia forma de afrontar tus composiciones que se antoja muy experimental pero igual tu forma de componer ¿es clásica? ¿Cómo empieza? ¿Con el piano, un tarareo? Porque no me podría imaginar, escuchándote, cómo es que arrancan los temas…
JM: Bueno, por muchos años empezó con una guitarra y una melodía, sí. Luego cuando empecé a incorporar tantos solos de instrumentos, podía empezar con cualquier cosa. También me pasa que hay muchas canciones que empiezan con algo que me parece buenísimo, increíble, demoledor, esto-es-un-hitazo y después no se me ocurre una melodía, no siempre aparecen melodías. A veces aparecen melodías con canciones que no van a ninguna parte, es muy raro. No es una decisión que uno toma, porque si fuera una decisión, uno diría “listo, hago un disco con diez hits y ya está!” (Risas) uno hace lo que le sale y lo que puede, después elige lo que le parece mejor, a veces me pregunto si he dejado temas que podrían haber sido mejor recibidos y los he dejado abandonados porque no me terminaban de gustar a mi. Las orejas de los demás, los oídos también moldean las canciones. Si estoy a solas, si le quiero mostrar una canción a alguien, me afecta muchísimo su actitud durante la canción, durante la escucha. Así que no sé, por eso yo creo que trabajo así tan sola, aunque ahora estoy trabajando con alguien pero igual esa cosa de soledad para no desviarme tanto con las opiniones (risas) soy un poco especial a veces.
LS: ¿Tú qué piensas de la canción como medio porque leí en una entrevista que hablabas sobre cómo para ti la sincronía del disco sigue siendo muy importante, que el disco tenga un sentido, secuencia, pero tú qué piensas de la canción como medio, tiene futuro hoy? (Porque no sé si lo que hay ahora, lo que abunda ahora sea estrictamente canción, no sé qué es, son tracks, contenidos, muchas otras cosas) ¿Piensas que la canción, pues, está agotada?
JM: Nunca una canción se agota, siempre aparece una canción preciosa, Yo creo que se agota…somos demasiados músicos haciendo medio cualquier cosa, los objetivos son diferentes, no lo sé pero absolutamente creo que siempre va a haber alguien que componga una canción muy linda, seguro, eso no va a dejar de pasar jamás.
LS: Justo hablando de composición y de humanidad, ¿qué opinas de la inteligencia artificial en tu terreno, lo musical?
JM: Bueno, con la inteligencia artificial no sé, viste, está recién viniendo el tsunami, se está retirando la ola así que no sé, espero que sea una herramienta más y no que se transforme en algo indomable…no sé qué pensar. Hay gente que hace cosas muy buenas con IA sobre todo en video y por ahora es texto, por ahora uno le dice lo que quiere que haga entonces ahora, la inteligencia artificial te plantea algo y vos decides si está genial o es artificial o es no sé. No lo tengo…estoy muy lejos yo todavía de ese mundo, ya me pasará algo…
Tengo una mala noticia y es que se nos acabó el tiempo.
(Esta entrevista fue transmitida al aire la tarde del 23 de enero de 2025 a través de Radio Chilango 105.3 FM, en vísperas de su espectacular concierto en el Foro Indie Rocks)